La Economía de la Reputación es una nueva forma de entender la economía global y la forma de generar riqueza por parte de las empresas. Conoce qué es la Economía de la Reputación en esta entrega.

La Economía es la ciencia que estudia la forma de administrar los recursos disponibles para satisfacer las necesidades humanas, sin embargo, en los últimos años surgió un nuevo concepto que enriquece el concepto de Economía, desarrollándose así la Economía de la Reputación.

La Real Academia Española define a la reputación con dos significados: “Opinión o consideración en que se tiene a alguien o algo” y “Prestigio o estima en que son tenidos alguien o algo”.

Se podría entender que la Economía de la Reputación es la administración de los recursos disponibles para satisfacer las necesidades humanas, con base en la opinión, consideración, prestigio o estima que tiene alguien sobre los bienes o servicios.

Este término no es nada alejado del concepto que en los 90s hiciera Charles Fombrun en su libro Reputation: Realizing Value from the Corporate Image, en el que refiere que la buena reputación genera riqueza, y que a su vez, sus principios fueron recogidos en la Conference on Corporate Reputation, Brand, Identity and Competitiveness en Río de Janeiro en mayo de 2011, en la que se acuñó el término “Economía de la Reputación”.

La Economía de la Reputación consiste en la administración y generación de riqueza a partir de la satisfacción de necesidades humanas con base en la reputación que van adquiriendo con el paso del tiempo gracias a su Patrimonio Intelectual.

Esto genera que se logre la preferencia, y consecuentemente la compra, del consumidor ya sea por su calidad, su innovación, su duración, su diseño o una de todas las necesidades que los consumidores, ya sea como personas o como empresas, requerimos sean satisfechas derivado del valor que les genera.

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Por sí sola, la reputación tiene un valor, que se puede traducir en un valor económico derivado de que, si no existiera esa reputación, no tendríamos la posibilidad de generar preferencia y aceptación del consumidor para que al final compre nuestro producto o servicio.

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Si bien es cierto, la Economía de la Reputación no nada más conlleva la predilección del consumidor sobre una marca y las características y beneficios que ésta conlleva, sino también la Responsabilidad Social Empresarial, el impacto social que se causa, la no realización de campañas o actos que atenten contra las personas, derechos humanos o incluso animales, entre otros, para fines didácticos, solamente nos enfocaremos en lo ya mencionado en líneas arriba.

La traducción del valor de la reputación en un valor económico es la consecuencia de la Economía de la Reputación que nos permite generar una fuerza en el mercado para generar mayores ventas, ya sean residuales, aumentar el valor de la empresa, venderla, tener más cuota de mercado, hacer una Estrategia Fiscal que nos permita ahorrar hasta el 75% de impuestos, entre otros factores.

La adopción de este ya no tan nuevo concepto de la Economía de la Reputación nos interesa a todos, especialmente para hacer negocios humanos y con valores para dignificar a la persona, sin perder de vista el elemento monetario que significa cualquier negocio o empresa.

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